Publicado por: auroragarciaalcalde


Aurora García Alcalde

Esta frase la escuché hace unos días en una película. ¡Y qué razón tiene! , pensé.

 Realmente somos el resultado de todo lo que hemos vivido, de nuestras experiencias y de nuestros actos. 

Y el camino que he elegido ahora, del desarrollo personal, no hace más que confirmarme cada día esta afirmación.


      Sin embargo, a pesar de lo vivido, sí podemos empezar a cambiar nuestros comportamientos y nuestra realidad. Podemos hacer que el pasado de nuestro futuro ( es decir nuestro presente) cambie y con ello conseguir un futuro mejor.

      En ésto, precisamente, trabajamos  todos los que, como yo, hemos decidido dedicarnos a facilitar las herramientas y técnicas que ayuden a mejorar la vida de las personas, y consigan un futuro mejor, a través de su crecimiento personal. Saber gestionar y manejar todas las situaciones por adversas que sean, y tener una actitud positiva ante la vida, trabajando por superar cada reto y aprendiendo de toda experiencia . 

     Sin duda alguna, es lo que en estos momentos estoy haciendo yo cada día. La grave enfermedad de mi madre me está poniendo a prueba. 
     Hay cosas que no están dentro del control de nadie, y haberme formado estos últimos años en mi propio desarrollo personal me ha permitido sostener la situación y saberla gestionar. Eso no quiere decir que no esté triste, que no sienta rabia, que no me encuentre impotente o que no quiera llorar. ¡NOOOO  ES ESO! . Claro que estoy triste, claro que me siento impotente y claro que tengo mucha rabia. Si no tuviera esas emociones, sería una máquina, y antes que nada SOY HUMANA. 

    Las emociones deben estar, son normales y lógicas dadas la situación que estoy viviendo, pero saber gestionarlas significa entenderlas, recibirlas, y darles el espacio que necesitan sin que sean ellas quienes controlen la situación.

    Veo a mi madre triste, débil e indefensa. Ahora me toca a mí cuidarla, devolverle de alguna manera todo lo que ella  ha hecho por mí, aunque será imposible poderle devolver  lo que ella me ha dado: LA VIDA

    Se habla mucho de la felicidad y de cómo conseguirla. Sólo en casos extremos, como el que estoy viviendo, se valora realmente lo que a uno le hace feliz. En mi caso, una pequeña mueca en la cara de mi madre que simule una sonrisa me hace feliz. ¡Qué sencillo parece y qué difícil  es!.

    Este fin de semana pude compartir con mi madre unos momentos maravillosos de gran felicidad, en los que  conectó conmigo, me miraba a los ojos y sonreía. Unos momentos mágicos en los que mi madre me estuvo cogiendo la mano, acariciándola y recorriendo cada uno de mis dedos. Fué el reencuentro entre madre e hija,  un momento único que siempre recordaré y ojalá lo pueda volver a vivir pronto, porque por desgracia, el lunes la magia desapareció.

¡Yo, su futuro y ella, mi pasado!


Aurora García Alcalde


    Nunca he sido madre, pero supongo que  la emoción de encontrarte con tu bebé y agarrarle por primera vez la mano debe ser muy parecido a lo que yo sentí. 
¡Y esta foto lo dice  todo!



   

     

     Están siendo semanas duras, intensas de emociones, en las que pasamos de la alegría a la tristeza cada día. Es ahora cuando más entiendo y llevo a cabo MINDFULNESS: el poder de vivir AQUÍ Y AHORA. Vivir cada momento, fundir el pasado con el futuro para vivir el presente, porque ¿Qué es el presente? . 

¡El presente no es más que el futuro de nuestro pasado
 y el pasado de nuestro futuro!

     Sin embargo, siendo sincera, he de confesaros que viendo a mi madre así, no dejo de pensar en mi propio futuro. En qué me deparará y en cómo asegurar los cuidados que yo pueda requerir. 
    Ahora que he decidido empezar un proyecto profesional por cuenta propia, la incertidumbre  hace que los miedos formen parte de mi día a día. Asegurar ese FUTURO depende de ese PASADO que empieza HOY.

    Un día decidí cambiar mi vida y dejar mi vida profesional pasada,  para dedicarme en el futuro a algo que me apasionaba: AYUDAR A OTRAS PERSONAS. 

    Nunca me imaginé que fuera mi MADRE la persona que más me necesitaría y a quien más pudiera ayudar .

 
   Dicen que todo pasa para algo. La decisión que tomé en mi pasado, me ha llevado a  prepararme para hoy estar con mi madre y acompañarla, aprendiendo a ser más fuerte cada día. 
Ella me da la energía para construir, paso a paso, mi futuro.