Publicado por: auroragarciaalcalde
Me habeis leido muchas veces sobre la mentalidad de crecimiento, pero siempre aplicado a la educación. Sin embargo en el mundo empresarial tiene especialmente importancia pues como bien dice Gustavo Arehiga, un líder o un equipo con esta capacidad augura un beneficio avasallador a su empresa: CRECER.
Según la prestigiosa investigadora y profesora de Standford, existen dos tipos de mentalidad: fija y de crecimiento, pero sólo con la segunda se consigue el éxito. Detrás de una mentalidad de crecimiento hay una gran MOTIVACIÓN.
¿Cómo influye una u otra mentalidad en el líder de una empresa?. Veámoslo a continuación:
MENTALIDAD FIJA: Si un jefe tiene este tipo de mentalidad siempre querrá la perfección en todo, no admitiendo por ello los errores. Evita los retos porque suponen un riesgo y considera que las cualidades de cada uno son fijas desde nacimiento, no se pueden desarrollar. Ésto provoca un estancamiento en el personal y no sacar el potencial de cada uno.
MENTALIDAD DE CRECIMIENTO: Un jefe con mentalidad de crecimiento cree que todo se puede mejorar con esfuerzo y persistencia, cree por ello en el potencial que tiene toda persona. Es un amante de los retos porque eso le mantiene motivado y le hace aprender continuamente. Aunque no le gusta cometer errores, cuando aparecen los toma como una oportunidad de análisis y aprendizaje que le servirá para futuras situaciones. Con esta mentalidad mantiene a todo su equipo con ilusión por desarrollarse y crecer tanto ellos como la propia empresa.
¿Y TÚ QUÉ TIPO DE MENTALIDAD TIENES? ¿Y TU EQUIPO?
Saber que existen estas dos mentalidades y los efectos de una y otra ya es muy importante para empezar a cambiar. Tomar conciencia de qué tipo de mentalidad tenemos en cada situación y cuál es la mentalidad de la gente con la que trabajamos es el primer paso para mejorar, porque
UNA MENTALIDAD FIJA SE PUEDE CAMBIAR
A UNA MENTALIDAD DE CRECIMIENTO.
Hay que tener en cuenta que el tipo de mentalidad depende de nuestras creencias y éstas no podemos cambiarlas de la noche a la mañana. Se necesita un proceso de aprendizaje para ir cambiando pensamientos arraigados a lo largo de nuestra vida. Se necesita tiempo, constancia, perseverancia.
Te voy a contar 3 formas de inculcar una mentalidad de crecimiento a tu equipo:
1.- RETOS: Has de fomentar las ganas y la ilusión de querer tener retos. Y digo "QUERER" porque no es lo mismo motivarles a que tengan retos que motivarles a QUERER TENERLOS. En el segundo caso ellos mismos los buscarán, tendrán iniciativa. Transmitirles que cada Reto supondrá un desarrollo personal y de equipo que les hará crecer caca día y no aburrirse.
2.- ERRORES: Tomar el error como parte de un aprendizaje necesario. Hace falta cometer errores para poder ser los mejore, para innovar, para no estancarse. Se necesitan ideas nuevas, probar otras opciones, ser creativos y para ello hay que lanzarse a "HACER COSAS DIFERENTES" y eso siempre lleva consigo posibles errores. Así les das "alas" para que cada uno saque lo mejor de sí mismo, impulsas su potencial y su talento.
3.- APRENDER, APRENDER, APRENDER: El aprendizaje hace crecer a las personas. Hay que aprender cada día de las experiencias vividas, pero también hay que alimentarlo con formación. Animar a los trabajadores a tener siempre esa curiosidad por saber por conocer más cosas formándose ellos mismos y facilitando la formación desde la empresa.
4.- FEEDBACK: Es muy importante el feedback que les demos. Para que el feedback provoque una mentalidad de crecimiento debe estar basado en el "esfuerzo" realizado , no sólo en los resultados.
La forma de cómo llevar a cabo estos puntos dentro de la empresa, ya entra dentro de la creatividad del "líder" pero el otro día leí cómo lo hacía una empresa y me encantó.
La empresa es Cyberclick y ellos han creado el SEMÁFORO DE LA FELICIDAD que consiste en dejar los útimos 15 minutos del día para reflexionar y escribir sobre los nuevos conocimientos que cada uno ha adquirido durante el día. Según David Tomas, responsable de la empresa, en tan sólo 1 mes esta práctica había hecho mejorar en un 20% la retención del conocimiento.